No necesito otro Superman!

En serio! cada vez que otro actor comete la insensatez de calzarse las mallas de Superman pienso lo mismo: "yo ya tengo un Superman, gracias pero no necesito otro"

Normalmente te cuento opiniones y noticias relacionadas con videojuegos, pero hoy he visto el trailer de la película "Batman Vs Superman" y ha vuelto a traer esa frase a mi cabeza.

Yo nací en el 79, crecí con las pelis de Christopher Reeve y aún hoy día a mis treinta y cinco años me quedo pegada a la pantalla en cuanto oigo la banda sonora de la saga; da igual si hace media hora que empezó la película o si está a punto de terminar, necesito ver cómo Superman salva una vez más al mundo. Pero vaya por delante que mi superhéroe favorito es Batman, la verdad es que El Hombre de Acero lo tuvo más fácil por el hecho de ser de otro planeta mientras que los héroes humanos se lo tienen que currar más, pero eso es otra historia.

Es innegable que cualquier actor que, hoy día, encarne a Superman se encuentra ante un reto muy difícil. En primer lugar creo que será imposible encontrar alguien que supere el parecido físico que tenía Christopher Reeve con el personaje de cómic.

De hecho seguramente ese fue uno de los puntos clave a la hora ser elegido como el actor perfecto para interpretarlo en la gran pantalla. 

En segundo lugar Christopher Reeve es, ya, uno de los iconos del siglo viente y del cine. Sin duda fue Superman la película que nos hizo soñar por primera vez, y como su propio subtítulo decía nos quedábamos todos pegados a la pantalla creyendo que un hombre podía volar.

Pero el tercer punto es el más difícil de superar. Creo, y sin miedo a equivocarme, que el mimetismo entre el actor y el personaje era tan grande que para muchos de mi generación, entre los que me incluyo, ocurrió eso que los actores a veces temen y es que el personaje se comió al intérprete.  Al igual que pasó con Chanquete en Verano Azul, Christopher Reeve dejó de ser Christopher Reeve para ser Superman, y gracias a eso tú te ponías super contento, mega excitado y el hype te salía por las orejas al ir al cine con tu madre para ver "la nueva peli de Superman" pero luego querías matar a alguien cuanto descubrías que te habían engañado para llevarte a ver un dramón en el que tu madre no paraba de llorar y de repetir lo bonita que era la peli y lo guapo que salía Superman. 

Aunque eso último era verdad, porque guapo lo era un rato.

Tal era la simbiosis entre el actor y el personaje que cuando Christopher Reeve tuvo el accidente de caballo, muchos pensamos: "volverá a andar: ES SUPERMAN!"

Para mí era un hecho, tarde o temprano nos despertaríamos con la noticia en el Telediario de las tres: "Superman vuelve a andar", porque, por supuesto, ese habría sido el titular ¿o es que alguien lo duda? y por aquel entonces yo ya tenía dieciséis años, quiero decir con esto, que era joven pero no era ninguna niña, aún así cada vez que le veía en televisión o leía alguna noticia relacionada con él, yo pensaba lo mismo "algún día volverá a andar: ES SUPERMAN!"

De hecho a raíz del accidente de Christopher Reeve descubrí que siempre había sido un activista y gran defensor de los derechos de los discapacitados, y al parecer tuvo un papel importante en la promoción de las olimpíadas especiales, incluso antes de encontrarse en la silla de ruedas, así que su lesión fue como un giro del destino o un trámite necesario para que aflorara el Superman que necesitábamos en la vida real.

Además de crear una fundación y prestar su cuerpo para experimentación en numerosas ocasiones, no dejó de escribir, dirigir e incluso de actuar. Tanto es así que, con gran acierto, incluso le dieron un papel en Smallville, que imagino, no le sería fácil de interpretar, por lo que suponía el papel de Superman para él y lo que supuso para su carrera como actor.

También actuó en la nueva versión de "La Ventana Indiscreta" y se dedicó acitvamente a dar charlas y conferencias. Pero sobre todo, se erigió como estandarte de los discapacitados y de la investigación científica para ayudarles, siendo un ferviente defensor del uso de células madre.

Pero al final no lo consiguió. En 2004 sufrió un ataque al corazón y murió tan sólo con cincuenta y dos años. Recuerdo que ese día pensé "vaya...esta vez Superman no lo ha conseguido...Superman ha muerto" y además del sentimiento propio de la falta de personaje público, para mí fue algo más. 

Debo confesar, que racionalmente sabía que Christopher Reeve no volvería andar, era imposible, se había machacado dos vértebras y no volvería a caminar jamás, eso era un hecho innegable. Pero en lo más profundo de mí albergaba la esperanza de que volviera a hacerlo, sin duda hubiera sido un gran hito en la historia científica y supuesto un gran avance si por fin lograban revertir los efectos de un accidente tan grave, y él estaba haciendo mucho por la causa y apoyando muy activamente la investigación. 

Sin duda Superman se merecía volver a caminar, merecía dar el primer paso para que luego muchos otros héroes anónimos le siguieran. 

Pero no pudo ser... Fue una noticia triste para mí. Aunque su legado continuara, pero él no podría verlo, en mi corazón aquel día no murió un actor, ni un activista...murió el héroe y nació la leyenda.

Por eso, señores de Hollywood yo no necesito otro Superman, porque ya tuve el mío, que fue y será por siempre el mejor de todos, no insistan. 

Intentar colarnos otro Superman siempre será darnos una versión descafeinada de lo que Christopher Reeve supuso para muchos de los de mi generación.

Yo ya tengo un Superman, no necesito otro.